Llantas. Principios del almacenamiento adecuado
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Llantas. Principios del almacenamiento adecuado

Llantas. Principios del almacenamiento adecuado Los neumáticos no envejecen como los alimentos, no pierden sus propiedades en condiciones de almacenamiento adecuadas. Un neumático que no se ha utilizado durante varios años es tan bueno como los neumáticos que se lanzaron ayer o hace unos meses.

Uno de los factores más importantes para ralentizar el desgaste de los neumáticos es la presión adecuada de los mismos. Según Moto Data, el 58 % de los conductores rara vez comprueban la presión de sus neumáticos. Muchas personas desconocen los beneficios de controlar regularmente este parámetro, que tiene un gran impacto en la seguridad y economía de conducción. La presión insuficiente provoca una sobrecarga excesiva de las ruedas, el sobrecalentamiento de los neumáticos y la pérdida del agarre óptimo del vehículo. Además, la presión, reducida en 0,5 bar respecto a los valores especificados por el fabricante, aumenta la distancia de frenado en 4 metros y aumenta el ruido de fatiga. El hábito de controlar la presión cada vez que repostas tu coche reducirá significativamente el consumo de combustible y, por lo tanto, generará ahorros.

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– Los neumáticos no envejecen en absoluto cuando se almacenan correctamente. Los cambios físicos y químicos en los neumáticos ocurren principalmente durante la operación y son causados ​​por el calentamiento durante el movimiento, el estrés debido a la presión, las deformaciones y otros factores que no ocurren durante el almacenamiento. El control de presión dura solo unos minutos y reduce el consumo de combustible y neumáticos al tiempo que mejora la seguridad de conducción”, dice Piotr Sarnecki, director ejecutivo de la Asociación Polaca de la Industria de Neumáticos (PZPO). “Los daños peligrosos en las capas internas de un neumático causados ​​por conducir a una presión demasiado baja no son visibles a simple vista”, agrega.

Reglas de almacenamiento de llantas

Los neumáticos nuevos se pueden almacenar durante varios años; en las condiciones adecuadas, los neumáticos conservarán su calidad de fábrica. El estado de las llantas y la forma en que se almacenan afecta directamente la seguridad de los conductores y la vida útil de las llantas. No almacene neumáticos en ningún lugar y de todos modos; estas son las reglas básicas:

1. Marque la ubicación de cada llanta desmontable en el vehículo. La distribución de los neumáticos no es accidental: su posición en los ejes debe tenerse en cuenta durante el desmontaje. Después del almacenamiento, deben rotarse entre los ejes para equilibrar el desgaste de la banda de rodadura.

2. Los neumáticos preparados para el almacenamiento son neumáticos limpios. Los aceites, combustibles o productos químicos residuales son devastadores para los neumáticos, por lo que es especialmente importante limpiarlos después de la temporada.

3. Solo se pueden almacenar neumáticos secos. Después de lavar los neumáticos, debe esperar hasta que los neumáticos estén completamente secos o secarlos antes de ponerlos en una bolsa o dejarlos bajo llave en el garaje. La humedad puede penetrar microdaños en el caucho hasta llegar a la correa de acero, provocando su corrosión.

4. Durante el almacenamiento, la presión de los neumáticos en las llantas debe ser la misma que cuando está en uso; la información sobre el valor correcto se puede encontrar en el manual del propietario del vehículo o en una pegatina en la parte inferior del pilar B.

5. La radiación ultravioleta no es buena para los neumáticos: el jardín no es un buen almacén. Los neumáticos no deben almacenarse expuestos a la luz solar directa o a una luz artificial fuerte con una alta intensidad de rayos ultravioleta. Daña la goma, provocando grietas pequeñas pero visibles. Con un uso prolongado, el agua o la sal pueden penetrar en los neumáticos y causar corrosión interna.

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6. El ozono es el enemigo de los neumáticos: el gas destruye rápidamente el compuesto de caucho del neumático y provoca grietas. Los neumáticos no deben almacenarse en habitaciones con transformadores, rectificadores o generadores en funcionamiento. Lo mejor es almacenarlos en un lugar cubierto, seco, ventilado y sin corrientes de aire, con una temperatura adecuada de 10 a 30°C.

7. El almacenamiento de neumáticos cerca de fuentes de calor puede provocar cambios irreversibles en la estructura molecular del caucho. No se deben ubicar todo tipo de instalaciones de calefacción, hornos y aparatos eléctricos en las inmediaciones de los neumáticos.

8. El piso de la habitación donde se almacenan los neumáticos es importante. Los neumáticos lavados pueden volver a ensuciarse si les cae aceite, grasa u otros productos químicos; la estructura de caucho de una rueda almacenada en tales condiciones puede dañarse.

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