Prueba de manejo de la Ășltima obra maestra francesa Citroen XM V6
Este Citroen era mĂĄs genial que cualquier Mercedes y BMW. Casi destruyĂł a los competidores, pero al final fue vĂctima de su propio coraje.
ÂĄFue un motĂn! Han pasado mĂĄs de diez años desde que el CitroĂ«n en quiebra quedĂł bajo el control de los racionalistas de Peugeot en 1976. MĂĄs de diez años grabando creatividad, inconformismo y saludable (a veces no) locura automovilĂstica. Se suponĂa que nunca nacerĂa el prĂłximo gran Citro: el divino DS y el vanguardista CX corrĂan el riesgo de quedarse sin heredero. Pero los ingenieros asumieron el desarrollo en secreto de la direcciĂłn, y cuando todo se revelĂł, ya era demasiado tarde para detenerse.
AsĂ naciĂł XM. Los italianos del estudio Bertone dibujaron un cuerpo facetado al estilo de un interceptor espacial, y se podrĂa decir que en 1989 esta idea ya no era muy relevante, porque el pico de la moda cosmogrĂĄfica llegĂł a finales de los setenta. Pero, ÂżquĂ© diferencia hay si el liftback todavĂa parece ultra-futurista en el contexto de los aburridos contemporĂĄneos? Y sĂ, fue solo un retroceso: los residentes de Citroen histĂłricamente experimentaron una alergia aguda a los sedanes, y ningĂșn "es aceptado" y "por lo que es necesario" no pudo persuadirlos.
Aunque en cierto sentido seguĂa siendo un sedĂĄn: el maletero estĂĄ separado del compartimento de pasajeros por un decimotercer (!) Vidrio abatible adicional, que estĂĄ diseñado para proteger a los pasajeros de, digamos, el aire frĂo de la calle. AdemĂĄs, los pasajeros del Citroen XM viajaron notables, incluidos los presidentes franceses François Mitterrand y Jacques Chirac. Por lo tanto, el interior estaba lleno por completo.
Asientos traseros calefactados, accionamientos eléctricos para todo y para todo, incluidos los retrovisores, el control automåtico del clima: ahora esto no es ninguna sorpresa, pero en 1989 Citroen equipó su modelo superior con casi todo lo que estaba disponible. ¿Qué le parece el ajuste eléctrico del reposabrazos central? ¥No hubo tal decisión en la industria automotriz mundial ni antes ni después! El coche que probamos ya estå rediseñado y su interior no es tan atrevido como su exterior. Si no es aburrido. Pero inserciones de cuero precioso y madera de textura abierta, ¥sin barniz! - se ven lujosos sin exagerar y dan una sensación asombrosa de la calidad de vida. Que XM admite y sobre la marcha.
Debajo del capĂł, el motor mĂĄs fresco disponible: un V6 de tres litros con 200 caballos de fuerza, cuyas raĂces se remontan a mediados de los setenta, estĂĄ lleno de gruñidos de pura sangre. En general, los motores eran uno de los puntos dĂ©biles del Citroen XM en comparaciĂłn con los "alemanes" que han crecido en mĂșsculos, pero esta versiĂłn superior se conduce muy bien. TracciĂłn convincente, pasaporte de 8,6 segundos a cien, operaciĂłn precisa de la "mecĂĄnica" de cinco velocidades (ÂĄsĂ, sĂ!), Y lo mĂĄs importante: una reserva de energĂa sĂłlida incluso despuĂ©s de 120 kilĂłmetros por hora, que convierte el retroceso, si no en una tormenta de autopistas, luego en un magnĂfico gran turismo seguro.
Después de todo, la confianza que este Citroen da a altas velocidades no se puede llamar de otra manera que magia, y la calidad del asfalto debajo de las ruedas no importa. El secreto estå en la suspensión hidroneumåtica patentada: apareció a mediados de los años cincuenta en el modelo DS, pero desde entonces nadie en el mundo ha podido reproducirla, y Rolls-Royce finalmente se rindió y simplemente compró una licencia de Citroën. . Y aquà el sistema ya es adaptable, con sensores que leen los paråmetros de movimiento y un cerebro electrónico que ajusta automåticamente la rigidez. ¥En 1989!
Incluso es incĂłmodo hablar de la suavidad del viaje, mĂĄs bien, debe pensar en el tĂ©rmino "suavidad de vuelo". Parece que el XM realmente casi levita, apenas tocando el suelo: no hay vibraciones no solo en los asientos, sino tambiĂ©n en el volante, que aquĂ tampoco es como todos los demĂĄs. El sistema se llama Diravi y es parte del circuito hidrĂĄulico general, que incluye suspensiĂłn y frenos. De hecho, no hay conexiĂłn directa con las ruedas: simplemente le das un comando a la hidrĂĄulica, y ya interactĂșa con la cremallera. Por lo tanto, la ausencia total de golpes desagradables ... sin embargo, asĂ como la retroalimentaciĂłn tradicional.
Parece que esto deberĂa interferir terriblemente en las curvas, pero no: el volante del XM es muy afilado, el automĂłvil responde de forma rĂĄpida e imprudente, ÂĄy al mismo tiempo no asusta en absoluto! A medida que aumenta la velocidad, el "volante" ingrĂĄvido se vierte (literalmente, hidrĂĄulico) con un esfuerzo de fondo, y resulta que el contenido de la informaciĂłn en su sentido clĂĄsico, en general, no es necesario para la confianza y la comprensiĂłn de todo lo que sucede. a la mĂĄquina. ÂĄMagia como es!
Citroen XM generalmente conduce de manera tan diferente a los autos comunes que es difĂcil deshacerse de la idea de que fue inventado en otro lugar. Como si en los dĂas de DS, los franceses hicieran un trato con el diablo, y desde algĂșn lugar de otra dimensiĂłn, un paquete de planos simplemente cayĂł sobre ellos. El stock de originalidad resultĂł ser tal que 30 y 40 años despuĂ©s, las mĂĄquinas de hidroneumĂĄtica se diferenciaban fundamentalmente de sus competidores y las superaban en muchos aspectos.
ÂżEntonces quĂ© pasĂł? ÂżPor quĂ© XM no aplastĂł a sus rivales en los noventa? Sabes, incluso empezĂł. El liftback recibiĂł inmediatamente el tĂtulo del automĂłvil del año, y las ventas en 1990 superaron las 100 mil copias, ÂĄacorde con el BMW E34 y el Mercedes-Benz W124! Pero fue en este momento cuando surgieron una gran cantidad de problemas con la electricidad y la electrĂłnica, y la reputaciĂłn de Citroen se derrumbĂł en el abismo. XM continuarĂĄ produciĂ©ndose hasta el 2000, pero la circulaciĂłn total serĂĄ de solo 300 mil autos, y su sucesor ideolĂłgico, el extraño C6, retrasarĂĄ su debut hasta mediados de la dĂ©cada de 5 ... y no serĂĄ de utilidad para nadie en absoluto. La suspensiĂłn hidroneumĂĄtica resistirĂĄ en el CXNUMX durante otra dĂ©cada, pero Citroen eventualmente la abandonarĂĄ. Demasiado caro, dicen.
ÂżUn resultado triste? Es difĂcil de discutir. AdemĂĄs, de y muchos "X-em" han sobrevivido hasta el dĂa de hoy, especialmente en las versiones superiores: es caro, difĂcil y caro mantener todo este equipo sofisticado. Pero es seguro decir que en un par de dĂ©cadas este CitroĂ«n serĂĄ una pieza de coleccionista interesante y valiosa, y es un gran honor conocer la leyenda que se avecina ahora. Y mirar hacia el futuro es muy al estilo de Citroen, Âżverdad?