Arreglo subestimado
Operación de la máquina

Arreglo subestimado

Arreglo subestimado Muchos usuarios consideran el sistema de escape como un nodo secundario, pero no lo es.

Expertos técnicos y automotrices explican

Muchos usuarios consideran que el sistema de escape es un componente menor que elimina los gases de escape del motor y, a menudo, se daña cuando se conduce a gran velocidad en terrenos irregulares.

Arreglo subestimado

En la práctica, el escape es tan importante como otros componentes del automóvil. Este es un sistema técnicamente complejo que realiza muchas funciones importantes. En primer lugar, su tarea es la eliminación efectiva de gases de escape para los contornos de la carrocería del automóvil. En segundo lugar, reduce el ruido asociado con la salida de gases de escape de la cabeza del motor, que se realiza mediante dos, a veces tres silenciadores. Finalmente, en tercer lugar, el sistema de escape limpia los gases de escape de productos químicos nocivos que no deberían entrar en la atmósfera.

Además, en algunas unidades de accionamiento, debido a la orientación adecuada de los canales del sistema de escape, se pone en movimiento el rotor del compresor, que luego se denomina turbocompresor.

Vale la pena recordar el sistema que pasa por debajo del piso del automóvil, que está sujeto a un contacto constante con diversas sustancias agresivas del medio ambiente, así como con productos corrosivos contenidos en el escape del automóvil. Además, está sujeto a daños mecánicos causados ​​por piedras u obstáculos duros. Otro factor que tiene un efecto devastador en este grupo es la diferencia de temperatura entre el metal caliente y el ambiente, como cuando se camina por un charco. Los sistemas de escape, incluso los más caros, están sujetos a desgaste corrosivo. El proceso de corrosión ocurre dentro del silenciador y avanza con mayor rapidez cuando el vehículo no se utiliza durante mucho tiempo y el agua se condensa dentro del silenciador. Debido a estas condiciones, la vida útil del sistema de escape es limitada, normalmente de 4 a 5 años o de 80 a 100 km. Los sistemas de escape diésel tienen una vida útil algo más larga.

El punto de partida del sistema de escape es el colector ubicado en la cabeza del motor. Este sistema está relacionado con el motor, copia sus movimientos y además genera sus propias vibraciones, por lo que debe estar conectado a la carrocería con elementos elásticos, que son una de las garantías de su funcionamiento a largo plazo. La fijación de los elementos individuales entre sí o con los tubos de escape debe realizarse mediante abrazaderas retorcidas utilizando arandelas adecuadas y juntas amortiguadoras y espaciadoras.

De hecho, los usuarios recuerdan el sistema de escape cuando los agujeros en los silenciadores y las conexiones con fugas aumentan el nivel de ruido de su funcionamiento. Conducir con un sistema con fugas puede tener graves consecuencias para la salud y la vida del conductor y los pasajeros. Debe enfatizarse que los gases de escape que ingresan al automóvil de varias maneras pueden causar dolores de cabeza, malestar general, disminución de la concentración y, en ocasiones, accidentes.

Por lo tanto, la sustitución de los componentes del sistema de escape debe realizarse en talleres profesionales utilizando repuestos originales y utilizando las técnicas de montaje recomendadas por los fabricantes de automóviles.

Ver también: sistema de escape

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