Mazda MX-5 - AgitaciĆ³n de noviembre
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Mazda MX-5 - AgitaciĆ³n de noviembre

ĀæCuĆ”l es la premisa bĆ”sica de los descapotables? Verano, sol y viento en tu pelo. Siguiendo este camino, en nuestro clima, solo podemos disfrutar de un coche sin techo durante unos cortos meses al aƱo. Pero si tenemos un roadster pequeƱo, Ć”gil y con tracciĆ³n trasera como el Mazda MX-5, el clima no importa. Incluso si es noviembre y estĆ” lloviendo.

El popular roadster ha tenido cuatro encarnaciones. Desde 1989, cuando debutĆ³ la primera versiĆ³n de NA con tubos abatibles y una expresiĆ³n adorablemente graciosa, pasando por NB y NC mĆ”s tenues, hasta una niƱa de dos aƱos que mira con resentimiento de frente, porque es difĆ­cil describir su rostro de otra manera, Mata Dakota del Norte Los faros parecen ojos entrecerrados por la ira. DespuĆ©s de todo, el aspecto de un pequeƱo basilisco conduce literalmente a todo lo que hay en Ć©l desde el carril izquierdo. Otros autos se dispersarĆ”n frente a la mota malvada que se acerca, como si temieran la presencia incluso de la vĆ­bora detrĆ”s de ellos.

Cuando te detienes y miras con calma la silueta de Mazda, puedes ver fĆ”cilmente el espĆ­ritu de sus predecesores. En el modelo ND, la parte delantera, ademĆ”s de los malvados faros, tambiĆ©n recibiĆ³ un gran estampado sobre los pasos de rueda, que inflan Ć³pticamente la silueta, sumando agresividad. Carecen tanto de sutileza que son constantemente visibles desde detrĆ”s del volante. Mirando el perfil del roadster japonĆ©s, surge una idea: el diseƱo del MX-5 en sĆ­ mismo promete una distribuciĆ³n de peso fenomenal. Un capĆ³ bastante largo, un parabrisas bajo y un "gallinero" de lona negra con una parte trasera corta y ordenada. De hecho, el modelo MX-50 presume de un reparto de pesos entre ejes cercano al 50: lo que el conductor sentirĆ” tras las primeras vueltas.

Apretado pero propio

ĀæCĆ³mo puede ser esto dentro de un roadster de dos asientos? Ajustado. Por el contrario, muy concurrido, pero sorprendentemente no claustrofĆ³bico. A pesar de que los elementos interiores parecen abrazarnos por todos lados, y el techo casi acaricia la cabeza, la cabina del MX-5 se convertirĆ” rĆ”pidamente en tu segundo hogar. Es difĆ­cil de explicar el fenĆ³meno de un interior oscuro, estrecho y casi ascĆ©tico, donde el plĆ”stico parece solo donde habĆ­a que ocultar los cables.

Mientras que la versiĆ³n de SkyFreedom que tuvimos el placer de probar deberĆ­a tener asientos deportivos Recaro, el gris pastel claro de Mazda viene con asientos de cuero "normales". EstĆ”n lejos de los tĆ­picos cubos, pero aĆŗn se puede ver (Ā”y sentir!) que tienen un carĆ”cter deportivo en sus genes. Brindan un buen soporte lateral y, cuando se combinan con el manubrio de la manera correcta, crean un dĆŗo armonioso para una diversiĆ³n ininterrumpida. Porque el lugar detrĆ”s del volante de un Miata agresivo es casi como un kart. Los codos estĆ”n pegados al cuerpo, las manos estĆ”n apretadas sobre un pequeƱo y cĆ³modo volante, las piernas estĆ”n espaciadas casi en horizontal y parece que las nalgas se deslizan sobre el asfalto. Una cosa es segura: es imposible salir con gracia de este automĆ³vil con una falda.

Debido al espacio limitado en un roadster japonĆ©s, no encontraremos muchos compartimentos. Los diseƱadores excluyeron el estĆ”ndar frente a los pies del pasajero. En su lugar, se colocĆ³ un pequeƱo ā€œarmarioā€ entre los respaldos de las sillas. Es un poco difĆ­cil acercarse a Ć©l, para poner una taza o una botella en las asas junto a Ć©l, hay que torcer un poco el hombro. Hay una ranura delante de la palanca de cambios que tiene el tamaƱo perfecto para un telĆ©fono inteligente. Sin embargo, la parte inferior estĆ” inclinada, lo que significa que el telĆ©fono que ha estado tendido hasta ahora es catapultado durante un despegue dinĆ”mico y (si no golpea al conductor) aterriza en algĆŗn lugar detrĆ”s del hombro derecho o en el suelo. El mejor lugar para cosas pequeƱas como un telĆ©fono o un control remoto de puerta es un pequeƱo compartimento debajo del codo del conductor. En primer lugar, estĆ” cerrado, por lo que incluso con una conducciĆ³n agresiva no se caerĆ” nada. HabiĆ©ndonos detenido en el tema por ahora, vale la pena mencionar el maletero, que mĆ”s bien deberĆ­a llamarse un compartimento grande. Solo puede contener 130 litros.

Aunque el interior del Mazda MX-5 es un tanto austero, su carĆ”cter deportivo se deja sentir desde el primer momento. AdemĆ”s, encontraremos todo lo que un conductor acostumbrado a la comodidad puede contar: una radio con conexiĆ³n Bluetooth, asientos calefactables, sensores de aparcamiento, navegaciĆ³n, control de crucero y un sistema de audio Bose (en la versiĆ³n SkyFreedom).

Mientras que los fabricantes de convertibles se superan unos a otros, cuyo techo retrĆ”ctil elĆ©ctrico se pliega y despliega mĆ”s rĆ”pido, Mazda transfiere el paquete de energĆ­a y conduce a un techo de lona negra. Puedes hacerlo tĆŗ mismo e incluso una mujer pequeƱa puede manejarlo. Simplemente afloje la perilla del espejo retrovisor y deslice el techo hacia atrĆ”s. Lo Ćŗnico que podrĆ­a ser un problema es arreglarlo en su lugar. Pero parado en un semĆ”foro, basta con elevarse ligeramente en el asiento y presionar sobre su diseƱo, para que Mazda anuncie con un suave clic que estĆ” listo para recibir la luz del sol. Cerrar el techo es aĆŗn mĆ”s fĆ”cil. DespuĆ©s de presionar el botĆ³n que libera el techo de las cerraduras de la guantera, solo toma la manija y pĆ”sala por la cabeza como una gran capota. Esto se puede hacer incluso cuando se conduce lentamente.

Gran espƭritu en un cuerpo pequeƱo

Bajo el capĆ³ del Mazda MX-5 probado se encuentra el motor de gasolina mĆ”s potente disponible, el 2.0 SkyActiv con 160 caballos y un par mĆ”ximo de 200 Nm. El cuatro en lĆ­nea, aunque no impresiona en tĆ©rminos de parĆ”metros, puede proporcionar mucho mĆ”s de lo que el conductor podrĆ­a esperar. Acelera muy rĆ”pidamente hasta los 100 km/h, en 7,3 segundos. MĆ”s adelante tampoco estĆ” nada mal: el MX-214 se acerca a la autopista con bastante rapidez. DespuĆ©s de conducir mĆ”s lejos, uno siente que el motor atmosfĆ©rico realmente no quiere mĆ”s, a pesar de que el fabricante afirma una velocidad mĆ”xima de 140 km/h. Es posible, pero a partir de los km/h mencionados el coche empieza a flotar ligeramente en la carretera y el habitĆ”culo se vuelve ruidoso. Es difĆ­cil quejarse de eso, dado el techo de tela.

La transmisiĆ³n manual merece elogios por encima de todo. Parece que fue creado especĆ­ficamente para un roadster deportivo. La caja de cambios de seis velocidades tiene relaciones de primera marcha mĆ”s bien cortas, lo que contribuye a un arranque, aceleraciĆ³n y descenso dinĆ”micos. Ā”Porque MX-cinco incluso ama este Ćŗltimo! Al mismo tiempo, la caja es tan flexible que funciona muy bien en la carretera. El recorrido de la palanca es corto y el engranaje especĆ­fico es apretado, como un auto deportivo tĆ­pico.

El volante da la misma impresiĆ³n. Funciona con mucha resistencia, lo que hace que sea fĆ”cil sentir lo que sucede con las ruedas y, al conducir de forma dinĆ”mica, puedes sentirte uno con el automĆ³vil. Todo esto, combinado con la suspensiĆ³n deportiva Bilstein (disponible en el paquete SkyFreedom), hace del Mazda MX-5 el compaƱero perfecto para la diversiĆ³n. Incluso si el eje trasero se desliza "accidentalmente", parece decir: "Ā”Vamos! Ā”Juega conmigo!ā€, sin dar la impresiĆ³n de una mĆ”quina incontrolable.

La deportividad se siente no solo a primera vista, sino tambiĆ©n cuando presionas el botĆ³n de inicio. Luego de una tos metĆ”lica, se escucha un gruƱido constante desde el vano motor hasta los oĆ­dos del conductor, indicando que no hay exceso de tapetes insonorizados. El sonido es bastante inusual para los autos modernos, silencioso, suave y parece querer dormirnos. Mazda, acelerando sus cuatro cilindros con un gruƱido zumbante, parece estar diciendo: "Ā”No duermas!". Y, de hecho, cuando conduce, ya no necesita su cafĆ© de la maƱana.

EconĆ³mico no solo en tĆ©rminos de combustible

No hay muchos sistemas de asistencia al conductor a bordo del Mazda MX-5. Tenemos un asistente de cambio de carril no programado que actĆŗa como un caballero de seguridad perezoso, durmiendo hasta el Ćŗltimo minuto, a veces incluso olvidando cuĆ”l es su funciĆ³n. Pero tal vez sea mejor asĆ­, al menos no nos sentimos mal jugando en la calle. Mazda tambiĆ©n estaba equipado con el sistema i-STOP, comĆŗnmente conocido como start/stop. Si bien se supone que esto ayuda a reducir el consumo de combustible, el MX-cinco no es "codicioso". Con una conducciĆ³n dinĆ”mica por la ciudad, es difĆ­cil superar los 7,5-8 litros. Con una aceleraciĆ³n suave, los 6,6 l/100 km declarados por el fabricante se alcanzan fĆ”cilmente. Entre las soluciones mĆ”s interesantes, el pequeƱo Mazda utilizĆ³ el sistema i-ELOOP, que convierte la energĆ­a generada durante el frenado en electricidad, que se almacena y se utiliza para alimentar varios componentes del automĆ³vil. Aunque no es visible y no afecta en modo alguno al placer de conducir, parece ser una soluciĆ³n prĆ”ctica.

Cuando se trata de conducir, la pequeƱa japonesa de Hiroshima es sencilla, juguetona y propensa a las travesuras. No le complica la vida al conductor y no hace falta ser un Schumacher para dibujarnos una sonrisa que acaba en la nuca. La manada de 160 caballos maneja bien al Mazda MX-5 de subtono, aunque se siente mucho mejor en las curvas que en las rectas. Literalmente ama las curvas, disfrutĆ”ndolas como un cachorrito. Y justo antes de la curva, baje dos marchas mĆ”s para que ella, aullando de alegrĆ­a, se lance hacia adelante, mordiendo el asfalto. Gracias a su excelente distribuciĆ³n del peso, es mayoritariamente neutral, aunque provocar un sobreviraje no es un gran problema. Especialmente si estĆ” lloviendo. Luego "for-miata" al revĆ©s, es agradable mirar y girar el volante. Sin embargo, con una conducciĆ³n dinĆ”mica (a veces demasiado) por la ciudad, obedece obedientemente las Ć³rdenes del conductor, sabiendo cuĆ”ndo es hora de jugar y cuĆ”ndo llegar rĆ”pidamente a su destino. Y en este papel, se las arregla fenomenalmente: un roadster de ciudad beligerante con el que incluso los lunes dejarĆ”n de ser tan terribles.

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