ReseƱa del Chrysler 300 2014
Prueba de manejo

ReseƱa del Chrysler 300 2014

Tomaron un kit del SRT8 Chrysler 300 para producir el modelo Core y bajaron el precio a unos muy tentadores $56,000. Y es poco probable que se pierda las ventajas adicionales de toda la potencia del SRT8. La eliminaciĆ³n mĆ”s obvia es la tapicerĆ­a de cuero y algunas funciones de asistencia al conductor, pero como su nombre indica, este vehĆ­culo captura la esencia del Chrysler 300 SRT8.

Los factores clave se mantienen: motor V6.4 de 8 litros, llantas de 20 pulgadas, suspensiĆ³n deportiva, frenos Brembo de cuatro pistones y escape doble. En el camino, no notarĆ”s la diferencia. Tampoco puedes saberlo mirando a una bestia de cola amputada que no sea la insignia de Core. Lo que obtiene por mucho menos que un HSV o FPV es un excelente sedĆ”n de crucero con gran actitud y, sin embargo, el mejor rendimiento en su clase para un V8 de aspiraciĆ³n natural de este lado de $ 100,000.

Mejoraron el aspecto de la cabina en comparaciĆ³n con el 300: hay menos plĆ”stico duro y un material de panel frontal diferente. EstĆ” bien equipado con varias funciones de infoentretenimiento con pantalla tĆ”ctil e incluso un sistema de registro de datos, asĆ­ como un excelente sonido con Bluetooth y una conexiĆ³n telefĆ³nica llamada Uconnect.

Motor y transmisiĆ³n

El motor V6.4 de 8 litros y 347 kW/631 Nm es un OHV anticuado pero no menos Ćŗtil. De alguna manera vincularon el sistema de sincronizaciĆ³n variable de vĆ”lvulas a un sistema operativo obsoleto, asĆ­ como la desactivaciĆ³n de cilindros en un intento por ahorrar combustible. Durante el funcionamiento, la desactivaciĆ³n del cilindro es ruidosa hasta el punto de distraer. Apaga cuatro ollas en el crucero, pero la gran bestia todavĆ­a lo succiona a unos 14.0 litros cada 100 km en el mejor de los casos.

Puede romperse fĆ”cilmente antes de los 20 si se coloca el pie derecho. En comparaciĆ³n, el rendimiento superpotente estĆ” disponible a voluntad y se acompaƱa de un gran ronroneo ronco de V8 cuando le das un poco. Solo tiene una transmisiĆ³n automĆ”tica de cinco velocidades, que quizĆ”s sea una marcha menos que la Ć³ptima, pero hace el trabajo y tiene paletas de cambio mini en el volante.

Conduciendo

Es realmente sorprendente lo que ha hecho el equipo Chrysler SRT (Sport Race Technology) con este sedĆ”n de dos toneladas. Simplemente no deberĆ­a sentirse tan receptivo y tĆ”ctil como lo hace ahora. La direcciĆ³n es excelente: directa, ponderada y precisa, y los frenos Brembo son asombrosos.

El automĆ³vil es ligeramente diferente de otros Chrysler 300 y tiene una suspensiĆ³n mĆ”s rĆ­gida pero no demasiado rĆ­gida. Se sienta bastante plano en la carretera y se engancha en las esquinas como un Ć”gil auto deportivo. Esto se debe en parte al caucho grueso, asĆ­ como a la suspensiĆ³n cuidadosamente calibrada y la tracciĆ³n trasera que le dan la sensaciĆ³n adecuada a cualquier automĆ³vil deportivo.

En tĆ©rminos de rendimiento, el Core alcanza los 5.0 km/h en 0 segundos sin muchos problemas. El equipamiento de serie incluye aire acondicionado con filtro de partĆ­culas, control de crucero, volante deportivo multifunciĆ³n, faros bi-xenĆ³n, pantalla de informaciĆ³n del vehĆ­culo, botĆ³n de arranque, asistente de aparcamiento y mĆ”s.

Aunque el chasis tiene sus raĆ­ces en la generaciĆ³n anterior de Mercedes-Benz Clase E, todavĆ­a hace bien su trabajo bajo el Core. Cinco estrellas en seguridad, sin chirridos ni gruƱidos en las entradas de vehĆ­culos, y una sensaciĆ³n de solidez cuando se trabaja duro en el automĆ³vil. TambiĆ©n nos encanta el aspecto, especialmente el Core, con sus ruedas grandes y poca distancia al suelo, lo que lo hace casi parecer un auto de la mafia.

Es difĆ­cil pasar por dinero. Uno para los amantes del V8 o para los que aman un crucero de velocidad relajante con un impresionante espacio en los asientos traseros y una gran cajuela.

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