Prueba de manejo Hyundai Santa Fe, Seat Tarraco: SUV diƩsel de 7 plazas
Prueba de manejo

Prueba de manejo Hyundai Santa Fe, Seat Tarraco: SUV diƩsel de 7 plazas

Prueba de manejo Hyundai Santa Fe, Seat Tarraco: SUV diƩsel de 7 plazas

Los coreanos no han atraĆ­do compradores baratos durante mucho tiempo, pero ĀæquĆ© estĆ”n haciendo los espaƱoles?

Orgullosos y confiados como los gigantes de los SUV de gama alta, prƔcticos y versƔtiles como las furgonetas de gama media: Hyundai Santa Fe y Seat Tarraco ofrecen lo mejor de ambos mundos. Los hemos estado probando durante mucho tiempo, cambiamos de uno a otro y mostramos cuƔl es mejor.

Escena 150: Aunque nos dijeron lo contrario, el Seat Tarraco llega para las pruebas de comparaciĆ³n con un motor TDI de 190 CV. Una versiĆ³n mĆ”s potente con 2.2 CV. no disponible a partir de la fecha de la prueba. Igualmente limitado es el Hyundai Santa Fe, cuya Ćŗnica versiĆ³n diĆ©sel con transmisiĆ³n dual y transmisiĆ³n automĆ”tica estĆ” propulsada por un motor 200 CRDi que produce XNUMX hp.

Por lo tanto, ya no necesitamos pensar mucho en estas desigualdades, que en el caso de Hyundai tambiĆ©n se aplican a los equipos. Si simplemente marca en la lista de precios "Premium Seven" (versiĆ³n de siete plazas), puede pedir como mĆ”ximo un techo panorĆ”mico adicional y barniz metĆ”lico, porque de lo contrario todo es estĆ”ndar. Por 53 euros.

Tarraco serĆ” mucho mĆ”s barato, no solo porque tiene una versiĆ³n mĆ”s dĆ©bil de la bicicleta. Incluso con el mejor motor diĆ©sel costarĆ” 43 euros, unos 800 menos que el Santa Fe, y para un coche de prueba con 10 CV, doble cambio y equipamiento Xcellence, los precios parten de los 000 euros -mĆ”s 150 euros-. para un paquete de siete plazas.

En este nivel de equipamiento, el modelo Seat no estĆ” realmente tan extravagantemente equipado como su competidor coreano, pero de ninguna manera desnudo y descalzo. Por ejemplo, el aire acondicionado de tres zonas viene de serie, al igual que las llantas de aleaciĆ³n de 19 pulgadas, el control de crucero adaptativo, la selecciĆ³n del perfil de conducciĆ³n o el arranque sin llave y una puerta trasera sensible al tacto de operaciĆ³n elĆ©ctrica. Combinado con el paquete Infotain Plus Business, que cuesta 2090 ā‚¬ (navegaciĆ³n, sistema de mĆŗsica, radio digital), quedan algunos deseos sin cumplir.

TambiĆ©n puedes deshacerte de la suspensiĆ³n adaptativa, que se llama DCC en la jerga de VW, pero por 940 ā‚¬ le da al Tarraco una comodidad de conducciĆ³n extremadamente equilibrada: no demasiado suave, pero agradablemente firme, receptiva y suprime con Ć©xito los movimientos corporales excesivos. . En comparaciĆ³n directa, Hyundai no muestra tal talento. Es cierto que parece mĆ”s blando en general, pero esto le da cierta tendencia a temblar, lo que puede provocar enfermedades en personas mĆ”s sensibles. AdemĆ”s, los elementos de suspensiĆ³n no responden tan bien a pequeƱas irregularidades. Y el hecho de que el Santa Fe todavĆ­a tenga un ambiente muy acogedor se debe a la suave tapicerĆ­a y los asientos delanteros de cuero.

En la parte trasera, sin embargo, en las sillas plegables de la tercera fila, ambos modelos se sienten mĆ”s como una falta de comodidad. El internado es conveniente solo para niƱos y adultos de baja estatura con talento para gimnastas. Lo mismo ocurre con todas las estancias en asientos estrechos. Son excelentes si necesita llevar un pasajero adicional con usted de vez en cuando. Pero si viaja a menudo con una familia numerosa o un grupo de amigos, es posible que deba optar por un minibĆŗs o una furgoneta.

Acogedor Hyundai

El asiento mĆ”s corto tiene mĆ”s espacio para el equipaje, mientras que el Hyundai tiene mĆ”s espacio para los pasajeros. El ancho extravagante de la cabina y el techo alto y flotante, combinados con la tapicerĆ­a de cuero estĆ”ndar, le dan al Santa Fe una sensaciĆ³n de automĆ³vil de lujo que no se encuentra en el Tarraco. Teniendo en cuenta el interior austeramente simple con tapicerĆ­a textil, los 1500 ā‚¬ adicionales para las pieles de animales tratadas son posiblemente un gasto justificable, especialmente porque el casco en su conjunto estĆ” meticulosamente elaborado y en su mayorĆ­a hecho con materiales de alta calidad.

En una inspecciĆ³n mĆ”s cercana, el modelo de Hyundai da la impresiĆ³n de que no estĆ” tan atento a los detalles, pero en general es mĆ”s rico y tiene un mobiliario mĆ”s lujoso. En general, hay algo estadounidense en la experiencia de conducciĆ³n, por lo que, a juzgar por el nombre del modelo, se ajusta al automĆ³vil. La Santa Fe gira en las esquinas un poco descuidadamente y el sistema de direcciĆ³n, aunque ligero y preciso, no crea una sensaciĆ³n completa de contacto con la carretera y tracciĆ³n.

Todo esto mientras conduces mĆ”s rĆ”pido te hace pensar en la desgana flemĆ”tica, hasta que miras los grĆ”ficos con los datos medidos en la pantalla de la computadora portĆ”til. AquĆ­ la imagen es completamente diferente: cada vez que un Hyundai pesado vuela entre los pilones con una idea mĆ”s rĆ”pido que un modelo de Seat. Por otro lado, el espaƱol se siente significativamente mĆ”s Ć”gil y vivo mientras conduce, la direcciĆ³n es mĆ”s precisa y mĆ”s susceptible a la retroalimentaciĆ³n, todo se siente mucho mĆ”s ligero y Ć”gil. AdemĆ”s, Tarraco pesa casi 100 kg menos, 3,5 centĆ­metros menos y tres centĆ­metros menos.

Sin embargo, la razĆ³n por la que es un poco mĆ”s lento en el eslalon y evita obstĆ”culos probablemente se deba a la apresurada intervenciĆ³n del programa de estabilizaciĆ³n. Esto no tiene importancia prĆ”ctica, porque ambos modelos SUV son verdaderamente ejemplares en la carretera, no muestran una reacciĆ³n casi perceptible a los cambios en la carga dinĆ”mica y, gracias a la transmisiĆ³n dual, solo encuentran problemas de tracciĆ³n en casos excepcionales.

Asiento econĆ³mico

Los sistemas de frenado de ambos autos dejan la misma impresiĆ³n positiva. DespuĆ©s de todo, se han logrado grandes avances en esta Ć”rea, especialmente en el segmento de los SUV. Los SUV compactos y medianos modernos, como los que probamos, ahora se detienen en mĆ”s de 10 g de aceleraciĆ³n negativa, un valor que alguna vez se considerĆ³ el punto de referencia para los autos deportivos. Esto significa que al frenar a 100 km/h, ambos modelos se congelan despuĆ©s de 36 metros de distancia de frenado, y casi simultĆ”neamente.

Ambos modelos cuentan con un sĆ³lido arsenal de asistentes electrĆ³nicos de seguridad activa. Como sabes, hoy en dĆ­a el control de crucero adaptativo es casi obligatorio, lo mismo ocurre con los dispositivos que monitorean el cumplimiento y el cambio de carril. TambiĆ©n estĆ”n atentos para garantizar la mĆ”xima seguridad de los participantes de la prueba, incluso se pasaron un poco por la borda en Tarraco. AquĆ­, el asistente de tensiĆ³n de cinturĆ³n activo estĆ”ndar te alerta para que tomes el control, incluso si no has soltado el volante en absoluto. En algunos casos, el sistema ha iniciado una parada de advertencia sin apelaciĆ³n.

El buen y fĆ”cil control de todos los sistemas del automĆ³vil ya ha demostrado ser uno de los puntos fuertes de Hyundai, y Santa Fe no es una excepciĆ³n. Es cierto que, en el espĆ­ritu de la Ć©poca, no se ve tan bien como las grandes superficies tĆ”ctiles y los asistentes de voz locuaces con audiciĆ³n aguda, pero es increĆ­blemente Ćŗtil para controlar con seguridad las funciones del automĆ³vil.

Casi todo esto funciona igual de bien con el Seat, en parte porque aquĆ­ puede elegir otro sistema de informaciĆ³n y entretenimiento de la rica selecciĆ³n de VW, que tiene dos botones giratorios antiguos a cada lado del monitor. Y aquĆ­ se aplica la regla: no tan de moda, pero efectiva.

ĀæHemos olvidado algo? Oh sĆ­, historias. QuizĆ”s la razĆ³n sea que, por un lado, los motores diesel potentes siguen siendo un gran motor para automĆ³viles grandes, especialmente si ambos cumplen con el estĆ”ndar Euro 6d-Temp. En segundo lugar, funcionan tan bien y discretamente.

La carrera del bloque del asiento es un poco mĆ”s suave y silenciosa, y el motor Hyundai ofrece un mejor desempeƱo dinĆ”mico. Pero las discrepancias medidas y percibidas son mucho menores de lo que cabrĆ­a esperar con una diferencia de 50 hp. y 100 Nm. Subjetivamente, el Tarraco incluso se percibe como mĆ”s Ć”gil, lo que probablemente se deba a que la transmisiĆ³n automĆ”tica, a veces bastante juguetona, cambia hacia arriba y hacia abajo. TambiĆ©n es mĆ”s econĆ³mico: la diferencia de 0,7 litros cada 100 km no es tan pequeƱa. AsĆ­ que la Ćŗltima escena es un final feliz para el Seat Tarraco.

Texto: Heinrich Lingner

Foto: Ahim Hartmann

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