Martillo H3 2007 revisiĆ³n
Prueba de manejo

Martillo H3 2007 revisiĆ³n

Desde la liberaciĆ³n de Kuwait hasta las calles de nuestra ciudad, el Hummer ha sido un Ć©xito increĆ­ble en el mundo del automĆ³vil.

En los aƱos 80, Hummer construĆ­a Humvees para el ejĆ©rcito de los EE. UU. Fueron el centro de atenciĆ³n durante la primera Guerra del Golfo y muy pronto celebridades como Arnold Schwarzenegger los estaban comprando para la calle.

Hummer respondiĆ³ con un auto H1 decente y luego un H2 ligeramente reducido. EstĆ”n construidos solo con volante a la izquierda y los Ćŗnicos que puedes comprar aquĆ­ se han convertido a Gympie.

Pronto, GM importarƔ el lindo "bebƩ" con volante a la derecha de la musculosa familia Hummer, el H3.

Lo habrĆ­amos recibido ahora, pero debido a problemas menores de producciĆ³n de ADR en la planta de RHD Hummer en SudĆ”frica, el lanzamiento del paĆ­s se retrasĆ³ hasta principios de octubre.

Recientemente conduje un H3 en California durante 10 dĆ­as. El SUV de estilo militar mĆ”s pequeƱo aĆŗn se destaca entre la multitud, incluso en las carreteras del sur de California, donde predominan los SUV grandes.

El color naranja brillante puede haber llamado la atenciĆ³n, pero en todas partes fue visto con buenos ojos. Excepto San Francisco. AquĆ­, hippies liberales abrazados a los Ć”rboles en sus pequeƱos autos hĆ­bridos lo miraron con desdĆ©n.

Un vagabundo sin lavar incluso murmurĆ³ algo grosero en voz baja y escupiĆ³ en la direcciĆ³n general de H3 mientras alimentaba un parquĆ­metro hambriento. Al menos no se molestĆ³ en pedirme cambio.

Al igual que su hermano mayor, el H3 es un automĆ³vil cuadrado con un piso alto y un interior bajo y ancho.

Parece un coche grande, pero por dentro es bastante cĆ³modo para cuatro adultos.

PodrĆ­a acomodar a cinco, pero el asiento trasero del medio tiene un recipiente para bebidas retrĆ”ctil, lo que hace que el asiento sea rĆ­gido e incĆ³modo para viajes largos.

Este tipo de ranura para hot rod tambiĆ©n tiene sus desventajas para los pasajeros traseros, haciĆ©ndolos sentir un poco claustrofĆ³bicos.

El gran techo corredizo al menos sofocĆ³ algunos de esos sentimientos por mis dos hijas adolescentes y les dio una ligera ventaja al hacer turismo en el puente Golden Gate y entre las secuoyas gigantes en el Parque Nacional Yosemite.

Las rendijas en el parabrisas no interfieren con la visibilidad hacia adelante, pero la visibilidad hacia atrĆ”s estĆ” limitada por una ventana estrecha y una llanta de refacciĆ³n montada en la puerta ocupa aĆŗn mĆ”s espacio.

Sin embargo, hay algunas ventajas para las ventanas frescas y pequeƱas.

Por un lado, el sol no entra en la cabina, lo que significa que no conduces con los nudillos y las rodillas expuestos al sol, y la cabina se mantiene fresca por mƔs tiempo cuando estƔs estacionado afuera y encerrado.

Es una gran ventaja en un calor de 40 grados cuando papƔ duerme en el estacionamiento de una de las muchas tiendas de fƔbrica premium que salpican el paisaje de California mientras el resto de la familia derrite una tarjeta de crƩdito de plƔstico en el interior.

La ventaja es que las ventanas cortas se abren y cierran rƔpidamente para pagar las tarifas. Hacƭa calor en California cuando estuve allƭ, asƭ que cuanto menos tiempo estuvieran abiertas las ventanas, mejor.

Si bien el aire acondicionado manejĆ³ bien las temperaturas rĆ©cord, no hay rejillas de ventilaciĆ³n en la parte trasera para hacer circular el aire fresco.

A pesar de ser un vehĆ­culo similar a un camiĆ³n, la posiciĆ³n de conducciĆ³n, la conducciĆ³n y el manejo son muy parecidos a los de un automĆ³vil.

Los asientos estƔn acolchados pero brindan apoyo y son ajustables, lo cual es bueno ya que el volante se ajusta en altura pero no en alcance.

Tampoco hay controles de audio en el volante, y solo hay una palanca de control que maneja las seƱales de giro, los faros, el control de crucero y los limpia/lavaparabrisas.

La calidad de construcciĆ³n es sĆ³lida en todo momento; demasiado firme, ya que la pesada puerta trasera es muy difĆ­cil de abrir y cerrar, especialmente cuando se estaciona en las pendientes empinadas de una calle de San Francisco.

El modelo que conduje tenĆ­a defensas cromadas, escalones laterales, tapa de gasolina y portaequipajes. AĆŗn no se sabe si serĆ”n estĆ”ndar u opcionales en los modelos australianos.

A pesar del aspecto militar, el interior es bastante cĆ³modo, refinado y galardonado para su clase.

En la carretera, hay sorprendentemente poco viento o ruido de la carretera, a pesar de las pendientes pronunciadas de las ventanas y los enormes neumƔticos todoterreno.

Este SUV estĆ” diseƱado para las condiciones todoterreno mĆ”s duras con sus ganchos de escape delanteros y traseros, caja de transferencia electrĆ³nica, gran distancia al suelo, ruedas grandes y un sofisticado sistema de control de estabilidad. Realmente no estĆ” diseƱado para asfalto.

En pavimentos interestatales de concreto y calles lisas, la Frisco H3 en realidad se siente un poco elĆ”stica, y la parte trasera de ballesta se vuelve bastante elĆ”stica en los badenes de estacionamiento. Esto no es tĆ­pico de los coches americanos, que suelen tener suspensiĆ³n blanda.

Nos dirigimos a Yosemite, con la esperanza de probar la capacidad todoterreno en papel. Desafortunadamente, todos los caminos en el parque nacional estƔn pavimentados sin problemas y los senderos no se pueden recorrer.

Las credenciales todoterreno muestran la intenciĆ³n de trabajar en condiciones difĆ­ciles, excepto por la falta de una funciĆ³n de descenso de pendientes.

Sin embargo, ha manejado bastante bien las fuertes pendientes de Frisco y la calle mƔs sinuosa y empinada del mundo, Lombard Street, donde el lƭmite de velocidad es de 8 km/h.

A lo largo de Big Sur, la ventosa carretera costera, el impresionante equivalente de Great Ocean Road en Victoria, el H3 se sintiĆ³ un poco descuidado con mucho cabeceo y balanceo.

TodavĆ­a no se sabe si la suspensiĆ³n se ajustarĆ” para adaptarse a las condiciones australianas y los gustos de conducciĆ³n, pero eso es de esperar.

Empacamos a cuatro adultos y una montaƱa de equipo en el automĆ³vil con algo de abarrotamiento. El maletero no es tan grande como parece debido al piso alto.

Con todo ese peso extra, el motor de 3.7 litros luchĆ³ un poco.

ParecĆ­a que se necesitaban muchas revoluciones para arrancar y acelerar para adelantar. Pero una vez en una esquina, rara vez subĆ­a las colinas a trompicones debido a su malhumorada dosis de torque.

Sin embargo, con un calor rƩcord y en algunas de las pendientes mƔs largas y empinadas de Sierra Nevada, las temperaturas del motor se volvieron demasiado altas.

La transmisiĆ³n automĆ”tica de cuatro velocidades parece rudimentaria, pero se maneja bien, sin vacilaciĆ³n, bĆŗsqueda de cambios o hinchazĆ³n.

Una transmisiĆ³n manual de cinco velocidades tambiĆ©n puede estar disponible aquĆ­.

Los potentes frenos de disco funcionaron bien en los descensos largos y peligrosos por las sinuosas carreteras del valle de Yosemite sin el menor indicio de desvanecimiento.

La direcciĆ³n es tĆ­picamente estadounidense, con un centro vago y mucho contragolpe. Entra en las curvas con algo de subviraje.

Si su desempeƱo todoterreno es tan bueno como parece en el papel, aparte del tren motriz, deberĆ­a venderse bien aquĆ­ como una alternativa sĆ³lida a los SUV refinados.

Una empresa que vigilarĆ” las ventas es Toyota, cuyo FJ Cruiser parecido ha tenido Ć©xito en los EE. UU. y podrĆ­a volverse popular aquĆ­.

Los estacionƩ uno al lado del otro en Yosemite e inmediatamente atrajeron a una multitud de fanƔticos, a pesar de que solo habƭan pasado un par de dƭas despuƩs del mundialmente famoso concierto de Al Gore.

Por supuesto, lo primero que querĆ­an saber estos aficionados era el ahorro de combustible.

He conducido por carreteras, ciudades, caƱones empinados, etc. No fue un paseo econĆ³mico, por lo que el consumo medio fue de unos 15.2 litros a los 100 km.

Esto puede parecer alto, pero dadas las condiciones y el hecho de que la "gasolina" cuesta solo 80-85 litros, no me quejƩ.

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