TerraformaciĆ³n: construir una nueva Tierra en un nuevo lugar
TecnologĆ­a

TerraformaciĆ³n: construir una nueva Tierra en un nuevo lugar

Un dĆ­a puede resultar que, en caso de una catĆ”strofe global, no sea posible restaurar la civilizaciĆ³n en la Tierra o volver al estado en el que estaba antes de la amenaza. Vale la pena tener un nuevo mundo en reserva y construir todo de nuevo allĆ­, mejor que lo que hicimos en nuestro planeta de origen. Sin embargo, no sabemos de cuerpos celestes listos para asentamiento inmediato. Uno tiene que contar con el hecho de que se requerirĆ” algo de trabajo para preparar tal lugar.

1. Portada de la historia "ColisiĆ³n en Ć³rbita"

La terraformaciĆ³n de un planeta, una luna u otro objeto es el proceso hipotĆ©tico, en ningĆŗn otro lugar (que sepamos) de cambiar la atmĆ³sfera, la temperatura, la topografĆ­a de la superficie o la ecologĆ­a de un planeta u otro cuerpo celeste para parecerse al entorno de la Tierra y hacerlo adecuado para la vida terrestre. la vida.

El concepto de terraformaciĆ³n ha evolucionado tanto en el campo como en la ciencia real. El tĆ©rmino en sĆ­ fue introducido Jack Williamson (Will Stewart) en el cuento "Collision Orbit" (1), publicado en 1942.

Venus es fresco, Marte es cƔlido

En un artĆ­culo publicado en la revista Science en 1961, el astrĆ³nomo carl sagan propuesto. ImaginĆ³ plantar algas en su atmĆ³sfera que convertirĆ­an el agua, el nitrĆ³geno y el diĆ³xido de carbono en compuestos orgĆ”nicos. Este proceso eliminarĆ” el diĆ³xido de carbono de la atmĆ³sfera, lo que reducirĆ” el efecto invernadero hasta que las temperaturas bajen a niveles confortables. El exceso de carbono se localizarĆ” en la superficie del planeta, por ejemplo, en forma de grafito.

Desafortunadamente, descubrimientos posteriores sobre las condiciones de Venus han demostrado que tal proceso es imposible. Aunque solo sea porque las nubes allĆ­ consisten en una soluciĆ³n altamente concentrada de Ć”cido sulfĆŗrico. Incluso si, en teorĆ­a, las algas pudieran prosperar en el entorno hostil de la atmĆ³sfera superior, la atmĆ³sfera en sĆ­ es simplemente demasiado densa: la alta presiĆ³n atmosfĆ©rica producirĆ­a oxĆ­geno molecular casi puro y el carbono se quemarĆ­a, liberando COXNUMX.2.

Sin embargo, la mayorĆ­a de las veces hablamos de terraformaciĆ³n en el contexto de la posible adaptaciĆ³n de Marte. (2). En un artĆ­culo "IngenierĆ­a planetaria en Marte" publicado en la revista Icarus en 1973, Sagan considera que el Planeta Rojo es un lugar potencialmente habitable para los humanos.

2. VisiĆ³n para las prĆ³ximas etapas de terraformaciĆ³n de Marte

Tres aƱos mĆ”s tarde, la NASA abordĆ³ oficialmente el problema de la ingenierĆ­a planetaria, utilizando el tĆ©rmino "ecosĆ­ntesis planetaria". Un estudio publicado concluyĆ³ que Marte podrĆ­a albergar vida y convertirse en un planeta habitable. En el mismo aƱo, se organizĆ³ la primera sesiĆ³n de la conferencia sobre terraformaciĆ³n, entonces tambiĆ©n conocida como "modelado planetario".

Sin embargo, no fue hasta 1982 que la palabra "terraformaciĆ³n" comenzĆ³ a usarse en su sentido moderno. planetĆ³logo christopher mckay (7) escribiĆ³ "Terraforming Mars", que apareciĆ³ en el Journal of the British Interplanetary Society. El documento discutĆ­a las perspectivas de autorregulaciĆ³n de la biosfera marciana, y la palabra utilizada por McKay se ha convertido desde entonces en la preferida. en 1984 james lovelock i Michael Allaby publicĆ³ el libro Greening Mars, uno de los primeros en describir un nuevo mĆ©todo para calentar Marte usando clorofluorocarbonos (CFC) agregados a la atmĆ³sfera.

En total, ya se han llevado a cabo muchas investigaciones y discusiones cientĆ­ficas sobre la posibilidad de calentar este planeta y cambiar su atmĆ³sfera. Curiosamente, algunos mĆ©todos hipotĆ©ticos para transformar Marte ya pueden estar dentro de las capacidades tecnolĆ³gicas de la humanidad. Sin embargo, los recursos econĆ³micos necesarios para ello serĆ”n muy superiores a los que cualquier gobierno o sociedad estĆ” dispuesto a destinar actualmente a tal fin.

Enfoque metĆ³dico

DespuĆ©s de que la terraformaciĆ³n entrĆ³ en una circulaciĆ³n mĆ”s amplia de conceptos, su alcance comenzĆ³ a ser sistematizado. En 1995 MartĆ­n j. Niebla (3) en su libro "TerraformaciĆ³n: ingenierĆ­a del entorno planetario" ofreciĆ³ las siguientes definiciones para varios aspectos relacionados con este campo:

  • ingenierĆ­a planetaria - el uso de la tecnologĆ­a para influir en las propiedades globales del planeta;
  • geoingenierĆ­a - ingenierĆ­a planetaria aplicada especĆ­ficamente a la Tierra. Cubre solo aquellos conceptos de macroingenierĆ­a que implican cambiar ciertos parĆ”metros globales como el efecto invernadero, la composiciĆ³n atmosfĆ©rica, la radiaciĆ³n solar o el flujo de choque;
  • terraformaciĆ³n - un proceso de ingenierĆ­a planetaria, destinado, en particular, a aumentar la capacidad de un entorno planetario extraterrestre para albergar vida en un estado conocido. El logro final en esta Ć”rea serĆ” la creaciĆ³n de un ecosistema planetario abierto que imite todas las funciones de la biosfera terrestre, totalmente adaptado para la habitaciĆ³n humana.

Fogg tambiĆ©n desarrollĆ³ definiciones de planetas con diversos grados de compatibilidad en tĆ©rminos de supervivencia humana en ellos. DistinguiĆ³ los planetas:

  • poblado () - un mundo con un entorno lo suficientemente similar a la Tierra para que las personas puedan vivir cĆ³moda y libremente en Ć©l;
  • biocompatible (BP) - planetas con parĆ”metros fĆ­sicos que permiten que la vida florezca en su superficie. Incluso si inicialmente carecen de ella, pueden contener una biosfera muy compleja sin necesidad de terraformaciĆ³n;
  • fĆ”cilmente terraformado (ETP): planetas que pueden volverse biocompatibles o habitables y pueden ser respaldados por un conjunto relativamente modesto de tecnologĆ­as y recursos de ingenierĆ­a planetaria almacenados en una nave espacial cercana o una misiĆ³n robĆ³tica precursora.

Fogg sugiere que en su juventud, Marte era un planeta biolĆ³gicamente compatible, aunque actualmente no encaja en ninguna de las tres categorĆ­as: terraformarlo estĆ” fuera de ETP, demasiado difĆ­cil y demasiado costoso.

Tener una fuente de energĆ­a es un requisito absoluto para la vida, pero la idea de la viabilidad inmediata o potencial de un planeta se basa en muchos otros criterios geofĆ­sicos, geoquĆ­micos y astrofĆ­sicos.

De particular interƩs es el conjunto de factores que, ademƔs de los organismos mƔs simples de la Tierra, sustentan organismos multicelulares complejos. animales. Las investigaciones y teorƭas en esta Ɣrea son parte de la ciencia planetaria y la astrobiologƭa.

Siempre puedes usar termonuclear

En su hoja de ruta para la astrobiologĆ­a de la NASA, define los criterios bĆ”sicos para la adaptaciĆ³n, en particular, como "recursos adecuados de agua lĆ­quida, un entorno propicio para la agregaciĆ³n de molĆ©culas orgĆ”nicas complejas y fuentes de energĆ­a para apoyar el metabolismo". Cuando las condiciones en el planeta son adecuadas para cierto tipo de vida, pueden comenzar las importaciones de vida microbiana. Tan pronto como las condiciones se acercan a la tierra, se puede registrar y la vida vegetal. Esto acelerarĆ” la producciĆ³n de oxĆ­geno, lo que en teorĆ­a harĆ­a que el planeta finalmente pudiera albergar vida animal.

En Marte, la falta de actividad tectĆ³nica impidiĆ³ la recirculaciĆ³n de gases de los sedimentos locales, lo que es favorable para la atmĆ³sfera terrestre. En segundo lugar, se puede suponer que la ausencia de una magnetosfera integral alrededor del Planeta Rojo condujo a la destrucciĆ³n gradual de la atmĆ³sfera por el viento solar (4).

4 DĆ©bil MagnetĆ³sfera no protege atmĆ³sfera de Marte

La convecciĆ³n en el nĆŗcleo de Marte, que es principalmente hierro, creado originalmente un campo magnĆ©tico, sin embargo el dĆ­namo ha dejado de funciĆ³n y el campo de Marte en gran medida ha desaparecido, posiblemente debido a la pĆ©rdida de calor del nĆŗcleo y la solidificaciĆ³n. Hoy en dĆ­a, el campo magnĆ©tico es una colecciĆ³n de mĆ”s pequeƱo, en forma de paraguas locales campos, sobre todo alrededor del hemisferio sur. Los restos de la cubierta de la magnetosfera alrededor del 40% de la superficie del planeta. Resultados de la NASA MisiĆ³n de InvestigaciĆ³n Especialista muestran que la atmĆ³sfera estĆ” siendo limpiada principalmente por eyecciones de masa coronal solar que bombardean el planeta con protones de alta energĆ­a.

La terraformaciĆ³n de Marte tendrĆ­a que implicar dos grandes procesos simultĆ”neos: la creaciĆ³n de una atmĆ³sfera y su calentamiento.

Una atmĆ³sfera mĆ”s espesa de gases de efecto invernadero como el diĆ³xido de carbono detendrĆ” la radiaciĆ³n solar entrante. Dado que el aumento de la temperatura agregarĆ” gases de efecto invernadero a la atmĆ³sfera, estos dos procesos se reforzarĆ”n entre sĆ­. Sin embargo, el diĆ³xido de carbono por sĆ­ solo no serĆ­a suficiente para mantener la temperatura por encima del punto de congelaciĆ³n del agua; se necesitarĆ­a algo mĆ”s.

Otra sonda marciana que recientemente obtuvo un nombre Perseverancia y serĆ” lanzado este aƱo, tomarĆ” tratando de generar oxigeno. Sabemos que una atmĆ³sfera enrarecida contiene 95,32 % de diĆ³xido de carbono, 2,7 % de nitrĆ³geno, 1,6 % de argĆ³n y alrededor de 0,13 % de oxĆ­geno, ademĆ”s de muchos otros elementos en cantidades aĆŗn mĆ”s pequeƱas. El experimento conocido como alegrĆ­a (5) es usar diĆ³xido de carbono y extraer oxĆ­geno de Ć©l. Las pruebas de laboratorio han demostrado que esto es generalmente posible y tĆ©cnicamente factible. Tienes que empezar en alguna parte.

5. MĆ³dulos amarillos para el experimento MOXIE en el rover Perseverance.

jefe spacex, Š­Š»Š¾Š½ ŠœŠ°ŃŠŗƉl no serĆ­a un, si no pusiera su centavo en una discusiĆ³n sobre la terraformaciĆ³n de Marte. MĆ”scara de una idea: desciende a los polos marcianos. bombas de hidrogeno. Un bombardeo masivo, en su opiniĆ³n, crearĆ­a una gran cantidad de energĆ­a tĆ©rmica por fusiĆ³n del hielo, y esto serĆ­a liberar diĆ³xido de carbono, lo que crearĆ­a un efecto invernadero en la atmĆ³sfera, atrapando el calor.

El campo magnĆ©tico alrededor de Marte marsonavtov proteger contra los rayos cĆ³smicos y proporcionar un clima suave en la superficie del planeta. Pero definitivamente no le empujarĆ” en un enorme trozo de hierro fundido. Por lo tanto, los expertos sugieren una soluciĆ³n diferente - inserto w punto de libraciĆ³n L1 en el sistema Marte-Sol gran generador, que crearĆ” un campo magnĆ©tico bastante fuerte.

El concepto fue presentado en el taller Planetary Science Vision 2050 por el Dr. jim verde, director de la DivisiĆ³n de Ciencias Planetarias, la divisiĆ³n de exploraciĆ³n planetaria de la NASA. Con el tiempo, el campo magnĆ©tico provocarĆ­a un aumento de la presiĆ³n atmosfĆ©rica y de las temperaturas medias. Un aumento de solo 4Ā°C derretirĆ­a el hielo en las regiones polares, liberando el CO almacenado2esto provocarĆ” un poderoso efecto invernadero. El agua fluirĆ” allĆ­ de nuevo. SegĆŗn los creadores, el tiempo real para la implementaciĆ³n del proyecto es 2050.

A su vez, la soluciĆ³n propuesta el pasado mes de julio por investigadores de la Universidad de Harvard no promete terraformar todo el planeta de golpe, sino que podrĆ­a ser un mĆ©todo por fases. Los cientĆ­ficos idearon erecciĆ³n de cĆŗpulas hecho de finas capas de aerogel de sĆ­lice, que serĆ­an transparentes y al mismo tiempo brindarĆ­an protecciĆ³n contra la radiaciĆ³n UV y calentarĆ­an la superficie.

Durante la simulaciĆ³n, resultĆ³ que una fina capa de aerogel de 2-3 cm es suficiente para calentar la superficie hasta 50 Ā°C. Si elegimos los lugares correctos, la temperatura de los fragmentos de Marte aumentarĆ” a -10 Ā° C. TodavĆ­a serĆ” bajo, pero en un rango que podamos manejar. AdemĆ”s, probablemente mantendrĆ­a el agua de estas regiones en estado lĆ­quido durante todo el aƱo, lo que, combinado con el acceso constante a la luz solar, deberĆ­a ser suficiente para que la vegetaciĆ³n realice la fotosĆ­ntesis.

TerraformaciĆ³n ecolĆ³gica

Si la idea de recrear Marte para parecerse a la Tierra suena fantĆ”stico, entonces la terraformaciĆ³n potencial de otros cuerpos cĆ³smicos eleva el nivel de fantĆ”stica a la enĆ©sima potencia.

Venus ya ha sido mencionado. Menos conocidas son las consideraciones terraformar la luna. Geoffrey A. Landis de la NASA calculĆ³ en 2011 que la creaciĆ³n de una atmĆ³sfera alrededor de nuestro satĆ©lite con una presiĆ³n de 0,07 atm de oxĆ­geno puro requerirĆ­a un suministro de 200 mil millones de toneladas de oxĆ­geno de alguna parte. El investigador sugiriĆ³ que esto podrĆ­a hacerse mediante reacciones de reducciĆ³n de oxĆ­geno de rocas lunares. El problema es que debido a la baja gravedad, que va a perder rĆ”pidamente. En lo que respecta al agua, los planes anteriores a bombardean la superficie lunar con cometas no funcione. Resulta que hay una gran cantidad de H local en el suelo lunar20, especialmente alrededor del Polo Sur.

Otros posibles candidatos a la terraformaciĆ³n -quizĆ”s sĆ³lo parcial- o la paraterraformaciĆ³n, que consiste en crear sobre cuerpos espaciales extraterrestres hĆ”bitats cerrados para los humanos (6) estos son: TitĆ”n, Calisto, GanĆ­medes, Europa e incluso Mercurio, la luna Encelado de Saturno y el planeta enano Ceres.

6. VisiĆ³n artĆ­stica de la terraformaciĆ³n parcial

Si vamos mĆ”s allĆ”, a los exoplanetas, entre los que nos encontramos cada vez mĆ”s con mundos muy parecidos a la Tierra, entonces entramos de repente en un nivel de discusiĆ³n completamente nuevo. Podemos identificar planetas como ETP, BP y tal vez incluso HP allĆ­ a distancia, es decir. los que no tenemos en el sistema solar. Entonces, lograr ese mundo se convierte en un problema mayor que la tecnologĆ­a y los costos de la terraformaciĆ³n.

Muchas propuestas de ingenierĆ­a planetaria implican el uso de bacterias modificadas genĆ©ticamente. gary rey, un microbiĆ³logo de la Universidad Estatal de Luisiana que estudia los organismos mĆ”s extremos de la Tierra, seƱala que:

"La biologƭa sintƩtica nos ha brindado un maravilloso conjunto de herramientas que podemos usar para crear nuevos tipos de organismos que se adaptan especƭficamente a los sistemas que queremos planificar".

El cientĆ­fico describe las perspectivas de terraformaciĆ³n, explicando:

"Queremos estudiar microbios seleccionados, encontrar genes que sean responsables de la supervivencia y la utilidad para la terraformaciĆ³n (como la resistencia a la radiaciĆ³n y la falta de agua), y luego aplicar este conocimiento para modificar genĆ©ticamente microbios especialmente diseƱados".

El cientƭfico ve los mayores desafƭos en la capacidad de seleccionar y adaptar genƩticamente los microbios adecuados, y cree que podrƭa llevar "diez aƱos o mƔs" superar este obstƔculo. TambiƩn seƱala que lo mejor serƭa desarrollar "no solo un tipo de microbio, sino varios que trabajen juntos".

En lugar de terraformar o ademƔs de terraformar el entorno alienƭgena, los expertos han sugerido que los humanos podrƭan adaptarse a estos lugares a travƩs de la ingenierƭa genƩtica, la biotecnologƭa y las mejoras cibernƩticas.

liza pellizco del equipo de mƔquinas moleculares de MIT Media Lab, dijo que la biologƭa sintƩtica podrƭa permitir a los cientƭficos modificar genƩticamente humanos, plantas y bacterias para adaptar organismos a las condiciones de otro planeta.

MartĆ­n j. Fogg, Carl Sagan en ayunas Roberto ZubrĆ­n i Richard L. S. tiloCreo que hacer que otros mundos sean habitables, como una continuaciĆ³n de la historia de vida del medio ambiente en transformaciĆ³n en la Tierra, es completamente inaceptable. deber moral de la humanidad. TambiĆ©n indican que nuestro planeta eventualmente dejarĆ” de ser viable de todos modos. A la larga, debes considerar la necesidad de mudarte.

Aunque los defensores creen que no hay nada que ver con la terraformaciĆ³n de planetas estĆ©riles. cuestiones Ć©ticas, hay opiniones de que en cualquier caso serĆ­a poco Ć©tico interferir con la naturaleza.

Dado el manejo anterior de la Tierra por parte de la humanidad, es mejor no exponer otros planetas a las actividades humanas. Christopher McKay argumenta que la terraformaciĆ³n es Ć©ticamente correcta solo cuando estamos absolutamente seguros de que el planeta alienĆ­gena no esconde vida nativa. E incluso si logramos encontrarlo, no debemos tratar de transformarlo para nuestro propio uso, sino actuar de tal manera que adaptarse a esta vida alienĆ­gena. De ninguna manera al revĆ©s.

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