Guerra soviƩtico-finlandesa
Equipo militar

Guerra soviƩtico-finlandesa

Uno de los 30 SturmgeschĆ¼tz 40 (StG III Ausf. G) entregados a Finlandia en julio-septiembre de 1943. Este es uno de los diez vehĆ­culos fabricados por AltmƤrkische Kettenwerk GmbH (Alkett) de BerlĆ­n; Diecinueve mĆ”s fueron construidos por MIAG de Braunschweig y uno por MAN de Nuremberg. El vehĆ­culo que se muestra en la imagen destruyĆ³ una cĆ”mara de combustiĆ³n T-19 y un caĆ±Ć³n autopropulsado ISU-34 antes de ser destruido en julio de 152. Todos los vehĆ­culos, junto con otros entregados en 1944 en 29, sirvieron en la DivisiĆ³n Panzer finlandesa (Panssaridivisioona), en un vehĆ­culo blindado de brigada (Panssariprikaati), en su escuadrĆ³n de caƱones de asalto (RynnƤkkƶtykkipataljoona).

Finlandia querĆ­a evitar la guerra, pero en la primavera de 1941 se encontrĆ³ en una situaciĆ³n muy difĆ­cil. Rodeado por todos lados de enemigos: desde el este y el sur, por la UniĆ³n SoviĆ©tica, desde el oeste, por los alemanes que ocuparon Noruega y la parte occidental de la costa bĆ”ltica, desde la Dinamarca ocupada a travĆ©s de su propio territorio hasta la costa polaca ocupada. . Este cĆ­rculo vicioso tambiĆ©n incluĆ­a a Suecia, que tenĆ­a que suministrar materias primas a Alemania, de lo contrario ...

Suecia logrĆ³ permanecer neutral, pero Finlandia no. Capturado por la URSS, librĆ³ una guerra limitada, limitada al territorio perdido en la guerra de invierno de 1939-1940. Finlandia en 1941 tenĆ­a un solo objetivo: sobrevivir. Las autoridades del paĆ­s eran muy conscientes de que incluso esto serĆ­a muy difĆ­cil en la situaciĆ³n en la que se encontraba Finlandia. AdemĆ”s, entre el 15 y el 21 de junio de 1940, el EjĆ©rcito Rojo entrĆ³ en los tres estados bĆ”lticos y poco despuĆ©s incorporĆ³ a Lituania, Letonia y Estonia a la UniĆ³n SoviĆ©tica. Solo Finlandia y Suecia permanecieron en las casillas de verificaciĆ³n germano-soviĆ©ticas, pero solo Finlandia tenĆ­a una frontera con la URSS y una muy larga: mĆ”s de 1200 km. Suecia corrĆ­a menos peligro: la UniĆ³n SoviĆ©tica necesitaba derrotar primero a Finlandia para llegar allĆ­.

Inmediatamente despuĆ©s de la captura de los Estados bĆ”lticos, se reanudĆ³ la presiĆ³n soviĆ©tica sobre Finlandia. En primer lugar, se pidiĆ³ al paĆ­s que transfiriera cualquier bien mueble evacuado de la base naval de Hanko a la entrada del golfo de Finlandia, que la URSS incautĆ³ durante 10 aƱos como consecuencia de la Guerra de Invierno. Finlandia concediĆ³ en este punto. CediĆ³ a otra demanda: la desmilitarizaciĆ³n de las Islas ƅland en la entrada al Golfo de Botnia, ubicadas entre Turku finlandĆ©s y Estocolmo sueco. Por otro lado, Finlandia no estuvo de acuerdo con la explotaciĆ³n conjunta (o completamente soviĆ©tica) de los depĆ³sitos de nĆ­quel y una planta de nĆ­quel en Kolosjoki, ahora conocida como la aldea de Nikel, frente a la costa del OcĆ©ano Ɓrtico en la costa norte de Finlandia. a peticiĆ³n de la URSS el 29 de enero de 1941. libre movimiento de trenes soviĆ©ticos desde Leningrado (ahora San Petersburgo) a Hanko, donde una base naval alquilada por Rusia es una de las posiciones que bloquean la entrada al Golfo de Finlandia. Los trenes soviĆ©ticos podrĆ­an moverse fĆ”cilmente en la red finlandesa, ya que Finlandia todavĆ­a tiene un ancho de vĆ­a ancho, 1524 mm (en Polonia y la mayor parte de Europa, 1435 mm).

Tales acciones de la URSS empujaron inevitablemente a Finlandia a los brazos del Tercer Reich, ya que era el Ćŗnico paĆ­s que podĆ­a brindar asistencia militar real a Finlandia en caso de una nueva guerra con la UniĆ³n SoviĆ©tica. Ante esta situaciĆ³n, el canciller finlandĆ©s, Rolf Witting, informĆ³ al embajador alemĆ”n en Helsinki, Wipert von BlĆ¼cher, que Finlandia estaba abierta a la cooperaciĆ³n con Alemania. No juzguemos a Finlandia a la ligera: no tenĆ­a otra opciĆ³n. De una forma u otra, la opiniĆ³n pĆŗblica finlandesa creĆ­a que quizĆ”s Alemania ayudarĆ­a a su paĆ­s a recuperar los territorios perdidos. Alemania, por otro lado, querĆ­a que Finlandia cooperara con ellos en secreto, pero manteniendo la neutralidad: en ese momento aĆŗn no estaba planeada la guerra con la URSS, por lo que no querĆ­an dar falsas esperanzas. En segundo lugar, cuando comenzĆ³ la OperaciĆ³n Barbarroja a fines del verano de 1940, se planeĆ³ expandir las fronteras del paĆ­s hasta la costa del Mar Blanco y restaurar las fronteras en Karelia y en la regiĆ³n del lago Ladoga que existĆ­a antes de la Guerra de Invierno. Los estudios sobre este tema se llevaron a cabo sin consultar con Finlandia, que no estaba al tanto de estos planes.

El 17 de agosto de 1940, el teniente coronel Josef Veltjens se reuniĆ³ con el comandante supremo de las fuerzas finlandesas, el mariscal Gustav Mannerheim, y se refiriĆ³ a los poderes de Hermann Goering, presentando a Finlandia una propuesta: a Alemania le gustarĆ­a transportar suministros para las tropas a Noruega a travĆ©s de Finlandia y garantizar su rotaciĆ³n en las guarniciones noruegas y, a cambio, pueden vender a Finlandia el equipo militar que necesita. No queriendo alejarse del Ćŗnico aliado potencial que podrĆ­a brindar un apoyo real, Finlandia acudiĆ³ al acuerdo correspondiente. Por supuesto, la UniĆ³n SoviĆ©tica expresĆ³ su preocupaciĆ³n inmediata por este giro de los acontecimientos. El 2 de octubre de 1940, el ministro de Relaciones Exteriores soviĆ©tico, Vyacheslav Molotov, exigiĆ³ a la embajada alemana el texto completo del tratado firmado con todos los anexos, incluidos los secretos. Los alemanes restaron importancia al tema, diciendo que era un acuerdo puramente tĆ©cnico sin importancia polĆ­tica o militar. Por supuesto, la venta de armas a Finlandia estaba fuera de discusiĆ³n.

Algunos argumentan que este acuerdo y un mayor acercamiento con Alemania provocaron que la URSS atacara Finlandia el 25 de junio de 1941. De hecho, lo mĆ”s probable es que fuera al revĆ©s. El mariscal Mannerheim expresĆ³ la misma opiniĆ³n en sus declaraciones. CreĆ­a que si no fuera por el acercamiento a Alemania, en el otoƱo de 1940 la URSS habrĆ­a atacado Finlandia. Se esperaba que Finlandia fuera el prĆ³ximo despuĆ©s de RumanĆ­a Besarabia y el norte de Bucovina y los estados bĆ”lticos. Durante el resto de 1940, Finlandia querĆ­a algĆŗn tipo de garantĆ­a de Alemania en caso de otro ataque soviĆ©tico. Para ello, el Mayor General Paavo Talvela viajĆ³ en varias ocasiones a BerlĆ­n, negociando con varios oficiales alemanes, entre ellos el Jefe del Estado Mayor General, el Coronel K. Franz Halder.

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