RevisiĆ³n de Saab 9-3 2006
Prueba de manejo

RevisiĆ³n de Saab 9-3 2006

Esto no significa que Saab no lo estƩ intentando y que no haya esperanza para el futuro.

Pero parece ser cada vez mĆ”s difĆ­cil para el pequeƱo sueco que se encuentra en la base del tĆ³tem de GM. TambiĆ©n podrĆ­a escribirlo aquĆ­ y decir que soy un gran admirador del estilo interior de Saab, en general.

Odio el tonto dispositivo de freno de mano que estĆ” diseƱado puramente para lucir bien y pellizcarte los dedos, pero aparte de eso, los tableros estilo aviĆ³n y los asientos ergonĆ³micos de Saab definitivamente estĆ”n en la lista de favoritos.

La camioneta 9-5, independientemente de su antigĆ¼edad, sigue siendo un vehĆ­culo familiar increĆ­blemente prĆ”ctico, elegante y seguro. Esto solo hace que el 9-3, y el convertible 9-3 en particular, sean aĆŗn mĆ”s misteriosos. La Ćŗltima propuesta para Australia es algo asĆ­ como una filosofĆ­a de 'carbĆ³n para Newcastle' con el V2.8 de 6 litros de Holden en el 9-3 Aero.

Basado en los mismos cimientos de Alloytec que el motor Commodore de 3.6 litros, aunque con un turbo de doble entrada adjunto, el V6 le da al 9-3 una gran potencia, 184kW y 350Nm de 2000 a 4500 rpm. Teniendo en cuenta que el 90 por ciento de esta aceleraciĆ³n significativa ya se logra a 1500 rpm, no sorprende que Saab afirme que este es el modelo de aceleraciĆ³n mĆ”s rĆ”pida en la historia de la compaƱƭa.

Dice que es incluso mƔs rƔpido que el rudo y casi inmanejable Viggen de finales de los 1990.

El 9-3 V6, con un ligero retraso en el extremo inferior, pasa de 0 a 100 km/h en unos respetables 6.7 segundos.

Y, lo que es mĆ”s importante, tiene una buena disposiciĆ³n para encontrar algo de impulso cuando los adelantamientos lo requieren.

La transmisiĆ³n de la probada transmisiĆ³n automĆ”tica de seis velocidades se adaptaba bien al motor, con mĆ­nima vacilaciĆ³n y, una vez que arrancaba, exhibiĆ³ una capacidad sin esfuerzo para trabajar a travĆ©s de las bandas de potencia y torsiĆ³n.

No se preocupe por los botones de cambios del volante mal colocados.

En su lugar, utilice el interruptor para el modo manual, incluso si el patrĆ³n de avance hacia arriba y hacia abajo es ilĆ³gico.

La comodidad de conducciĆ³n es bastante aceptable en superficies lisas u onduladas, pero aparece rĆ”pidamente en superficies mĆ”s escarpadas, como divisores de carril y asfalto desmoronado.

La direcciĆ³n es liviana y directa en las curvas, pero se siente incĆ³modamente agresiva y dura cuando el volante lucha por volver al centro.

El diseƱo envejecido del auto todavƭa se muestra en el temblor que es evidente con el techo bajado, especialmente al tomar curvas sobre superficies rotas.

SalĆ³n, como el Saab en su conjunto, es cĆ³modo y espacioso. Los asientos no brindan demasiado apoyo, pero brindan mucho apoyo y ajuste cuando se busca la posiciĆ³n de conducciĆ³n perfecta.

No hay sensaciĆ³n de estrechez en la parte delantera de la cabina y hay mĆ”s espacio para los pasajeros en el asiento trasero que en la mayorĆ­a de los convertibles.

El despliegue del techo con un solo toque es bueno, y la capacidad de levantar el techo a velocidades de hasta 20 km/h es una gran ayuda cuando se trata de duchas. TambiƩn hay un espacio razonable en el maletero y el techo plegado no invade ese espacio.

Sorprendentemente, dada la calidad de los acabados interiores y el doble revestimiento del techo, la insonorizaciĆ³n del habitĆ”culo con el techo levantado es especialmente deficiente. AĆŗn peor vista trasera con el techo en su lugar.

El estacionamiento trasero se convierte en un acto de fe, con enormes Ć”reas de visiĆ³n bloqueadas por los soportes del pilar B/techo, y solo una pequeƱa ventana trasera y pequeƱos espejos retrovisores para ayudar.

Con un precio de $92,400, incluida una prima de $2500 por la transmisiĆ³n automĆ”tica de seis velocidades, el Aero Convertible no es una compra menor.

Con un precio premium, el 9-3 Aero enfrenta una competencia seria, pero Saab se estĆ” acostumbrando a superar las probabilidades.

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