nacido no-muerto
noticias

nacido no-muerto

nacido no-muerto

Seamos realistas, los Saab nunca fueron así, tenían sus "peculiaridades" que invariablemente se describían con la llave de encendido colocada de manera extraña.

Quizás me refería a la pesadilla recurrente en la que mi segunda máquina, que desapareció muchas décadas después de intentar matarme con demasiada frecuencia, se vuelve a materializar.

Con la boca reseca, la ansiedad constante que tu subconsciente quiere imponerte, estoy atrapado en esta mierda que se oxida a mi alrededor, subvira debido a las caídas y, en general, apesta como un automóvil fabricado en Australia de los años 1970.

Es muy parecido a uno de esos trucos de zombis/no-muertos/explotación que componen todas las demás películas lanzadas, excepto que Kingswood de 1971 es mucho más horrible que el habitante no-muerto devorador de cerebros. Por cierto, Saab vuelve a ser noticia esta semana.

La marca de muertos vivientes e insepultos aún puede revivir en un acuerdo entre este improbable fabricante de automóviles Spyker y el fabricante chino de tractores Youngman. Quizás solo Ernest Hemingway, de quien se informó que fue asesinado dos veces antes de comerse el último perdigón, tuvo tantos obituarios.

Su muerte fue lamentada en todo el mundo. En cuanto a Saab, realmente, ¿a quién le importa? Si bien es posible que surja una insignia de prestigio chino-sueca como resultado de esta unión euroasiática (Lamborghini también comenzó a fabricar tractores), ¿es eso algo bueno?

Seamos realistas, los Saab nunca han sido así. Tenían sus propias "peculiaridades", como las que invariablemente se describen como llaves de encendido colocadas de manera extraña, turbinas que tardaban días en reaccionar y techos convertibles que requerían un permiso de construcción para erigirse.

Si alguna vez hubo una definición de "otro no es mejor", fueron los productos Trollhätten. Incluso con el último y, creo, "actual" 9-5, no tenía sentido que esta "alternativa a los alemanes" (como suele decir Wils) desmintiera esta máxima. Los muertos deben tener la decencia de permanecer así.

Añadir un comentario