RevisiĆ³n del McLaren MP4-12C 2012
Prueba de manejo

RevisiĆ³n del McLaren MP4-12C 2012

Nunca he conducido un F1, el icĆ³nico superdeportivo McLaren de la dĆ©cada de 1990, por lo que esta es mi primera experiencia con la marca.

Sin embargo, he pilotado su rival Ferrari, el 458 Italia, y es un coche muy emocionante. Con un aspecto impresionante y un sonido fantĆ”stico, estas son cuatro alarmas para los folĆ­culos pilosos. 

Las revisiones britƔnicas de McLaren MP4-12C encuentran que las afirmaciones de MP4-12C estƔn respaldadas por sus propias pruebas. Es mƔs rƔpido que un Ferrari. Pero muchos se fueron sin piel de gallina.

Clarkson dijo que si el 12C era un par de medias, entonces el Ferrari 458 Italia era un par de medias. Esta es una metĆ”fora poderosa, y hay algo de verdad en ella. El 458 presenta un diseƱo mĆ”s dramĆ”tico y una mayor gama musical. En el interior, es mĆ”s una declaraciĆ³n de lujo.

Incluso el nombre es mĆ”s sonoro. MP4-12C es difĆ­cil de decir. Saliendo de la sala de exhibiciĆ³n de McLaren en Sydney esta semana, vi un Lotus Evora y lo confundĆ­ con otro 12C. Imposible imaginar confundir 458 con otra cosa.

Eso es cierto, pero esa no es toda la historia. Estoy a punto de adentrarme en el peligroso territorio de los estereotipos nacionales. Usted ha sido advertido. El modelo 458 es brillante y ruidoso.

Si tuviera manos, estarĆ­a gesticulando salvajemente. Es italiano y es algo para recordar. Si los britĆ”nicos hicieran algo similar, estarĆ­amos interesados ā€‹ā€‹en lo que estaban ingiriendo.

diseƱo

El 12C es tan discreto como extravagante es el 458. Sus mĆ©ritos son menos conspicuos. Provoca una curiosidad cortĆ©s en lugar de una atenciĆ³n cercana. Y hay algo britĆ”nico en su capacidad para subestimar. Estas no son medias y mallas; Es Keira Knightley contra Sophia Loren.

La apariencia no es llamativa, pero de cerca es especial. Estas curvas discretas ofrecen mucho en quƩ pensar. Las puertas se abren mediante un sensor de proximidad con un movimiento de muƱeca.

El interior es una hermosa combinaciĆ³n de cuero y Alcantara y fascina con su falta de familiaridad. Los controles estĆ”n dispuestos de forma lĆ³gica, pero no necesariamente dĆ³nde o cĆ³mo esperarĆ­a que estuvieran; los interruptores del aire acondicionado estĆ”n en los reposabrazos y la pantalla de control es un panel tĆ”ctil vertical.

Uso razonable de fibra de carbono y sin adornos. Aunque es menos lujoso y mƔs funcional que un Ferrari, sus detalles, hasta los radios de las salidas de aire, son impresionantes.

Hay un pequeƱo volante que desafĆ­a la reciente locura por los botones. Los asientos son geniales, los indicadores son nĆ­tidos, los pedales son sĆ³lidos.

McLaren se propuso evitar el fantasma de los superdeportivos de la mala visibilidad y, en gran medida, lo logrĆ³ porque la visibilidad hacia adelante es excelente. Cuando se despliega el freno de aire, llena la ventana trasera, al menos momentĆ”neamente. Ā”Pero quĆ© rĆ”pido se detiene!

El 12C se asienta mƔs cerca del suelo de lo que cabrƭa esperar, aunque la forma en que estƔn inclinados el morro y la cola hace que esto sea un problema menor que el de algunos.

TecnologĆ­a

El motor arranca sin una exagerada "explosiĆ³n a la vida", y los botones de selecciĆ³n de marchas (D, N y R) son tĆ”ctiles. El motor suena como un V8: un estruendo profesional de un barĆ­tono acompaƱado de un turbocompresor. Es increĆ­blemente receptivo, mantiene velocidades altas cuesta arriba y es silencioso cuando el selector de transmisiĆ³n estĆ” en N para una conducciĆ³n normal.

Conduciendo

Todo lo que se ha dicho sobre un viaje cĆ³modo es cierto. Complaciente y civilizado, avergonzarĆ­a a algunos sedanes de lujo. TambiĆ©n se siente sĆ³lido y ajustado, sin los chirridos y gemidos que suelen ser parte del trato de los superdeportivos. Como oferta diaria, el 12C tiene mĆ”s sentido que cualquiera de sus competidores.

El rango de sus habilidades es impresionante. Mueva los selectores de transmisiĆ³n y control a la posiciĆ³n S (deportiva) y todo se vuelve mĆ”s fuerte y mĆ”s rĆ”pido. La parte delantera no se eleva con la aceleraciĆ³n y la carrocerĆ­a se mantiene plana en las curvas. El 12C gira tan rĆ”pido que te sorprende la primera vez que lo golpeas, y la direcciĆ³n es elegante.

El chasis responde a los giros encontrando la posiciĆ³n correcta y permaneciendo allĆ­. EstĆ” imperturbable. Simplemente pasa por las curvas a una velocidad fenomenal, y en la vĆ­a pĆŗblica ni siquiera puedes acercarte a sus lĆ­mites dinĆ”micos.

Las cosas se ponen aĆŗn mĆ”s altas cuando elige T para el seguimiento. Y en la pista me quedĆ© sin habilidad mucho antes que el coche. En cuanto a rendimiento directo, hay pocas mĆ”quinas que podrĆ­an quedarse con 12C. Acelera de 100 a 3.3 km/h en 5.8 segundos, pero tarda solo 200 segundos en alcanzar los XNUMX km/h cuando el motor alcanza el punto mĆ”ximo de su rango medio. 

AquĆ­ es donde suena mejor. Si bien carece de la piel de gallina de un V8 de aspiraciĆ³n natural, a menos que su segundo automĆ³vil sea un Ferrari, es poco probable que note la diferencia.

Veredicto

SĆ­, el 12C se siente profesional al lado del 458. Pero los beneficios son igual de grandes porque son menos obvios. Y las cualidades que aparecen con el tiempo pueden traer mucha mĆ”s satisfacciĆ³n.

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